19 mar 2009

Palos / Géneros del Flamenco

En el flamenco encontramos algo genuino dentro de pocas músicas, y es que dentro de sí misma podemos clasificar diversos géneros ("palos" en el argot flamenco), atendiendo al compás, la cadencia, velocidad, tonalidad, modalidad... Así pues, atendiendo al tipo de compás, podríamos hacer la siguiente clasificación:
  • Palos de 12 tiempos (compás mixto o de amalgama): en ellos, el contar tradicional procedería (estando el acento en los número en negrita):
1 2 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

En realidad el compás constaría de 12 tiempos: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12. Sin embargo, a la hora de contar en voz alta el compás, resulta incómodo tener que decir "once" y "doce", por lo que se les nombra repitiendo "un" y "dos", para continuar "un dos tres, cuatro cinco seis, siete ocho, nueve diez" y de nuevo "un dos".
Si quisiéramos escribir este compás de forma clásica y adecuada, al ser un compás compuesto (de amalgama) sería: 6/8 + 4/8 + 2/8, de modo que el tiempo 12 sería el primero del 6/8. Ya especificaremos este tema en próximas entradas.
Los palos que responden a este compás serían, divididos en grupos (los cuales analizaremos más adelante):



  • Palos binarios (de 4/4 y 2/4): en ellos, el compás se divide en 4 golpes o partes, en los que se dejaría sin acentuar el primero del compás, el segundo y el cuarto serían fuertes y el tercero débil:
1 2 3 4




  • Palos terciario (3/4): en esta clasificación están incluidos todos los tipos de fandangos, y las sevillanas si las llegamos a considerar incluidas dentro del flamenco (ya que algunos estudiosos las sitúan en el folklore andaluz). El compás estaría dividido en tres golpes o partes de las cuales se acentuarían la primera fuerte, y las otras dos débiles:
1 2 3



  • Palos libres: estos géneros provienen de los antiguos fandangos populares, los cuales los cantaores comenzaron a elastificar el compás de 3/4 que llevaban hasta dejarlo en un ritmo interno pero inapreciable a primera vista, ya que el cantaor/a va a su aire así como el guitarrista. No hay un compás marcado. En un principio el verdial se convirtió en malagueña, y luego la malagueña se adaptó, en una ruta geográfica perfectamente distinguible hacia el este de la comunidad andaluza, dando la granaina, y más tarde la taranta y los cantes de levante.

Compás binario (4/4). Velocidad: alta

Compás binario (4/4). Velocidad: alta

Con estos archivos de audio podéis practicar ritmos y falsetas de tangos y rumbas. Ambos llevan la misma velocidad y la misma cadencia, solo que uno tiene un instrumento más. Elegir el que más os guste.







18 mar 2009

Compás ternario. Velocidad: media - alta

Compás ternario. Velocidad: Media - Alta

Con este archivo de audio podéis practicar los ritmos de sevillanas y fandangos (incluso la malagueña), así como los punteos y falsetas.

Tonalidad y modalidad


Tonalidad

La música occidental casi en su totalidad, aquella que escuchamos diariamente, la que proviene de la tradición clásica, la popular, tiene una estructura tonal. Esto quiere decir que se basa y se desarrolla siempre y generalmente en torno a tres acordes, que al margen del tono de cada canción se denominarán: Tónica – Dominante – Subdominante.

  • Tónica: es la que da el tono en que está la canción, es el primer grado de la escala. (Si estamos en La mayor, la escala empieza en La)

La – Si – Do – Re – Mi – Fa – Sol
I - II - III - IV - V - VI - VII

Si la canción está en tono de La Mayor, la tónica es la nota La, y su acorde La Mayor.

  • Dominante: es el quinto grado de la escala. Seguimos ejemplificando en la escala de La y por lo tanto empezamos a contar desde La:

La – Si – Do – Re – Mi – Fa – Sol
I - II - III - IV - V - VI - VII

Si la canción está en tono de La Mayor, la dominante es la nota Mi, y su acorde Mi Mayor. Con las Dominantes ocurre una cosa a la hora de ponerlas en acorde, y es que le podemos añadir el séptimo grado de la escala del acorde (esto es más fácil de lo que parece, pues todos ponemos Mi 7 en las sevillanas, rumbas…). Tendríamos que añadir el séptimo grado, pero no desde la escala de La, sino desde la escala del acorde, es decir, la escala de Mi:

Mi – Fa – Sol – La – Si – Do – Re
I - II - III - IV - V - VI - VII

Así, al acorde de Mi (dominante) le añadiremos su séptima: Re, para formar Mi 7.

  • Subdominante: es el cuarto grado de la escala. En el tono de La:

La – Si – Do – Re – Mi – Fa – Sol
I - II - III - IV - V - VI - VII

Si la canción está en tono de La Mayor, la subdominante es la nota Re, y su acorde Re Mayor.


Estos tres grados con sus respectivos acordes son por los que, quitando acordes de paso, modulaciones…, se mueve la música occidental actual.


Modalidad

En el flamenco, pese a tener orígenes inciertos y confusos, existe entre algunos estudiosos cierto quórum respecto a que tiene su raíz en los antiguos modos griegos. Esto significa que no se basa, en un principio, en la tonalidad. Se considera que proviene del modo dórico, el cual está compuesto por dos tetracordos (4 acordes): La - Sol - Fa - Mi / Re - Do - Si - La. Cada uno de estos tetracordos proporciona lo que se viene a llamar la "Cadencia Andaluza". A poco que os fijéis podéis observar que son los acordes que empleamos en el Fandango (la sol fa mi), o en los tangos (re do si la). Estos dos tetracordos son ya tan populares y están tan estandarizados que en la tradición se han dado a llamar "tocar por arriba" cuando tocamos la-sol-fa-mi, y "tocar por medio" al tocar re-do-si-la, simplemente por la posición de la mano en el mástil (al tocar en modo de Mi la mano izquierda está más arriba que al tocar en modo de La).
Sin embargo, esta relación descendente de acordes de una nota detrás de otra podemos trasladarla a otros acordes, siempre y cuando se respete la relación entre uno y otro que hay en el modo dórico. Por ejemplo, en clase hemos hecho algún ejercicio de rumba (al acompañar Entre dos Aguas, por ejemplo) en el que hacíamos "mi - re - do - si". Se trata del mismo tetracordo pero empezando en mi menor (de igual manera que hacemos: la m - Sol - Fa - Mi; ó, re m - Do - Si b - La). La razón de que en el modo de La, el Si sea bemol, es que en el Modo Dórico, entre los dos últimos acordes debe haber un semitono de separación, es decir, sean trastes inmediatos en la guitarra (en el modo de Mi, el penúltimo acorde es Fa porque entre Fa y Mi ya hay medio tono).

El Flamenco nació pues de este modo dórico, así tenemos palos como la seguiriya, la serrana, la soleá, el ritmo de entrada de los fandangos, las bamberas, la soleá por bulerías, la liviana, los tientos... los cuales se basan puramente en el modo de La o en el modo de Mi.
Sin embargo, el Flamenco también se vio enriquecido por la Tonalidad europea. Así, contamos con palos como las alegrías, cantiñas, caracoles, la letra del fandango, la guajira, la farruca... También palos como las bulerías, los tangos, la sevillana... pueden ser tocados y cantados tanto en modos, como en tonos.

11 mar 2009

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